La uva tempranillo, también llamada tempranilla, tinta del país o cencibel, entre otros nombres, es una variedad de uva tinta ampliamente cultivada en España y es la uva principal en muchas de las regiones vinícolas de ese país, especialmente en la región de Rioja y procede de otras dos variedades: la albillo mayor y la Benedicto. La primera – denominada turruntés en La Rioja.

Además de Rioja, la Tempranillo se cultiva en otras regiones vinícolas españolas como Ribera del Duero, Navarra y la Mancha. También se ha plantado en áreas fuera de España, como Portugal y América del Sur.

Se estima que la cepa fue traída en semillas a América por los colonizadores españoles del siglo XVII. En nuestro país fue introducida a mediados del siglo XIX donde tuvo una gran expansión.

Con esta vid se producen vinos de color rojo intenso con aromas a frutas rojas y negras, así como a menudo con toques de vainilla, cuero y tabaco. Los vinos de Tempranillo suelen tener taninos moderados y una acidez equilibrada.

El nombre tempranillo deriva de la maduración temprana de la variedad, aproximadamente dos semanas antes que su competidora la garnacha.

El tempranillo es enológicamente muy versátil, capaz de producir vinos con largo envejecimiento, muy equilibrados en grado alcohólico, color y acidez, y con un paladar franco, suave y frutado, que evoluciona a aterciopelado cuando envejece.

El resultado de su evolución natural es un racimo generoso y compacto, de tonos negroazulados y firme unión a su raspón. La tempranillo se caracteriza por sus hollejos gruesos. Los mostos procedentes de esta uva tienden a ser ligeramente bajos en acidez.

Los vinos más jóvenes presumen de tonos violáceos, mientras que aquellos con un contacto prolongado con la madera derivan hacia tonos teja. Los aromas de juventud recuerdan a los frutos rojos del bosque mientras que, tras la crianza, adquieren los recuerdos especiados y torrefactos y parecen las notas de regaliz, cuero o la hoja de tabaco.

Los vinos de Tempranillo maridan bien con una variedad de alimentos, desde Carnes rojas, asados, aves, carnes blancas y jamón serrano. Sus versiones más jóvenes y frutadas combinan a la perfección con la charcutería y lo quesos curados o azules. Un tempranillo siempre es un aliado en casa incluso en momentos de urgencia, ya que su grado de acidez hace que llegue a ser un buen acompañante para platos como pastas, pizzas o alimentos picantes.

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En resumen, la cepa de vino Tempranillo es una parte integral de la viticultura española, produciendo vinos notables con una amplia gama de perfiles de sabor, desde frescos y frutados hasta complejos y estructurados con capacidad de envejecimiento.

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