Importado del norte de España, como tantas otras costumbres, deportes, comidas y gustos, la pelota vasca se impuso en el país con una variante como la pelota paleta. Clubes tradicionales, campos de deportes y algunas casonas de comienzos del siglo pasado tienen entre su infraestructura el famoso frontón. Un clásico argentino traído desde el viejo continente.

Nacido en el límite entre Francia y España en la Edad Media, afianzado en el País Vasco, Navarra y La Rioja durante siglos y llevado al resto del mundo en el último centenio, la pelota vasca representa el deporte tradicional de España. Practicado por reyes, burgueses, aristócratas y el pueblo por igual, el juego reúne de manera armoniosa un elemento universalizado para los deportes como lo es la pelota y la mano, extremidad naturalizada con los deportes. Esa conjunción hace de esta práctica, y otras derivadas como el squash, tenis o paddle, una actividad sencilla, fácil de aprender y de disfrutar.

Jugado ancestralmente en las praderas europeas, sin límites ni resistencia contra paredes, la pelota se jugaba pegando al balón con la mano y enviándoselo al adversario, y perdía quien dejaba picar la pelota dos veces. Con el tiempo, las reglas fueron perfeccionando su práctica, sumando modalidades y especialidades sin modificar en su esencia el juego.

Aún sin comprobaciones fehacientes, se estima que ya en el siglo XIII se jugaba en algunas regiones del norte español un juego denominado palma, que consistía en pegarle con la mano a un esférico similar a una pelota. De ese juego se desliza que derivaron otros juegos de pelota, como la pelota vasca, la pelota valenciana o el tenis.

Los años llevaron a delimitar las praderas que hacían las veces de canchas y comenzaron las prácticas con fines competitivos, inicialmente de manera individual y luego con dos jugadores por equipos. Con el avance del Imperio Romano llegó al sur de Francia un juego llamado pila y que luego se afrancesó al Jeu de Paume (Juego de Palmas) y si bien su nombre habla a las claras del uso de la palma de las manos, también se comenzaron a utilizar diversos implementos para golpear, como guantes, palos y raquetas.

Quienes aportaron el entorno definitivo a la disciplina fueron los palaciegos y la nobleza, que contaban con trinquetes ‒espacios aptos para la práctica con paredes de frente, fondo y laterales‒ y le dieron al deporte el marco más cercano al actual, que incluía dos modalidades relacionadas con las dimensiones de las canchas: la longue paume y la courte paume.

Para el siglo XIV y XV, el juego de paume se generaliza en toda Francia, y tiene su epicentro en la región sur, limítrofe con España. Entre las diversas modalidades de pelota, el juego “largo” (con dimensiones que se relacionaban naturalmente con sus orígenes en las praderas) era el más practicado, siempre con guante y con poca presencia de paletas.

En la última década del siglo XIX, las modalidades mayormente jugadas se expandieron y fueron exportadas a otros lugares del mundo. Así fue como mano, pala, remonte y cesta-punta llegaron a otros continentes, y América fue el receptor con más adeptos para la práctica de pelota vasca. Y si bien siguió siendo popular en el País Vasco y Navarra, se crearon federaciones de pelota vasca en otros países como Francia, Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Filipinas, Grecia, Guatemala, Países Bajos, India, Italia, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Suecia, Uruguay y Venezuela.​ Ya en el siglo XX se profesionaliza la actividad teniendo como mayor epicentro la región de Navarra y el País Vasco.

Disciplinas

El 19 de mayo de 1929 se firmó el Acta de Fundación de la Federación Internacional de Pelota Vasca en Buenos Aires por iniciativa de Jean Ibarnegaray (Federación Francesa de Pelota Vasca) y con el apoyo de la Confederación Española de Pelota Vasca y la Federación Argentina de Pelota.

Universalizado bajo el nombre de pelota vasca, con el correr de los años y conforme a las distintas regiones donde se asentó, el deporte sumó disciplinas sin modificar sustancialmente la actividad. En la actualidad la FIPV acepta cinco modalidades de pelota vasca: frontón corto de 30 metros, frontón corto de 36 metros, frontón largo de 54 metros, trinquete y frontball

Frontón corto de 30 metros

Consta de un frontis (pared frontal), pared izquierda, rebote (pared trasera) y cancha (suelo). La longitud del frontón es de 30 metros; el alto y el ancho, de 10 metros cada uno. Las especialidades que se juegan en este tipo de frontón son: Frontenis (masculino y femenino) y Paleta Goma Argentina  (masculino y femenino).

Frontón corto de 36 metros

Igual que el anterior pero con una longitud del frontón de 36 metros. Las especialidades que se juegan en este tipo de frontón son: Mano individual (masculino), Mano parejas (masculino), Paleta Goma Maciza, Paleta cuero (masculino) y Pala corta (masculino).

Frontón largo de 54 metros o Jai Alai

Igual que el resto de frontones pero con una longitud del frontón de 54 metros. Las especialidades que se juegan en este tipo de frontón son: Cesta punta (masculino), Remonte (masculino) y Pala larga (masculino).

Trinquete

Trinquete antiguo de Buenos Aires es un frontón de cuatro paredes con una longitud de 28,50 metros. A lo largo de la pared izquierda se extiende un tejadillo en plano inclinado. Debajo de este tejadillo se extiende una red. El frontis se une con la pared derecha mediante un plano inclinado llamado fraile. Las especialidades que se juegan en este tipo de frontón son: Mano individual (masculino), Mano parejas (masculino), Paleta cuero (masculino), Paleta goma (masculino y femenino) y Xare o Share (masculino).

Frontball

Es un juego concebido para combinar la extrema sencillez de sus reglas e instalaciones necesarias, con un juego dinámico, rápido y agresivo. Básicamente, se juega contra un único muro (frontis de cinco metros de alto) sin paredes laterales, sobre una cancha de 7,5 metros de ancho y 11 metros de largo.

Origen en Argentina

La pelota mano (esku pilota en euskera) es la especialidad de la pelota vasca más primitiva habida cuenta de que se juega utilizando únicamente la mano para golpear la pelota. En España sigue siendo la especialidad por antonomasia, con circuitos de pelotaris profesionales, aunque en otros países no se impuso del todo y llegaron a conocerse con posterioridad las especialidades con herramientas.

Los emigrantes vascofranceses llevaron los trinquetes a Uruguay y Argentina, donde surgieron grandes manistas a finales del siglo XIX que competían con los vascofranceses. Sin embargo, la pelota paleta o pelota argentina es la disciplina que más se afianzó en el país. 

La particularidad o principal diferencia con la pelota vasca es que se utiliza una pala de madera (llamada paleta debido a que su forma es similar a la paleta vacuna y porque inicialmente se utilizaba este corte de la vaca para pegarle a la pelota). Su invención se le atribuye a Gabriel Martirén, un inmigrante vascofrancés radicado inicialmente en Burzaco, donde instaló un tambo lechero y dio origen a la pelota paleta en 1905. Instaló frontones, donde se practicaba la pelota paleta con amplia difusión entre los gauchos que trabajaban en la lechería. De hecho durante varios años se disputó en la Argentina la Copa Gabriel Martirén de pelota paleta, en memoria de quien es considerado su inventor.

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