Te traemos una receta deliciosa de ravioles de espinaca y ricotta con salsa fileto, perfecta para maridar con un vino Sangiovese. La combinación de sabores frescos y herbáceos de los ravioles, junto con la acidez de la salsa de tomate, complementará la acidez y los taninos del vino, creando una experiencia gastronómica armoniosa.

Ingredientes

Para los ravioles:

  • 500 g de masa para pasta fresca
  • 200 g de espinaca fresca
  • 250 g de ricotta
  • 50 g de queso parmesano rallado
  • 1 huevo
  • Sal y pimienta a gusto
  • Nuez moscada a gusto

Para la salsa fileto:

  • 800 g de tomates pelados (en conserva o frescos)
  • 2 dientes de ajo, picados finamente
  • 1 cebolla pequeña, picada finamente
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • Unas hojas de albahaca fresca
  • Sal y pimienta a gusto
  • 1 cucharadita de azúcar (opcional, para equilibrar la acidez)

Instrucciones

Ravioles:

  1. Preparar el relleno: Lava bien la espinaca y sumergí en agua hirviendo por 1-2 minutos. Escurrí y exprimí el exceso de agua. Pica finamente y mezcla en un bol con la ricotta, el parmesano rallado, el huevo, sal, pimienta, y nuez moscada al gusto.
  2. Rellenar la pasta: Extender la masa de pasta sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que esté delgada. Colocá pequeñas porciones de relleno sobre una lámina de pasta, dejando espacio entre ellas. Cubrí con otra lámina de pasta y sellá los bordes alrededor del relleno. Cortá los ravioles con un cortapastas o un cuchillo.
  3. Cocinar los ravioles: Herví una gran cantidad de agua salada. Cociná los ravioles en lotes para evitar que se peguen, hasta que suban a la superficie, aproximadamente 3-4 minutos. Escurrirlos con cuidado.

Salsa fileto:

  1. Preparar la salsa: En una sartén grande a fuego medio, calentá el aceite de oliva y sofríe el ajo y la cebolla hasta que estén transparentes. Añadí los tomates triturados, albahaca, sal, pimienta, y azúcar si es necesario. Cociná a fuego lento durante 20-30 minutos, hasta que la salsa se haya espesado ligeramente.
  2. Servir: Serví los ravioles en platos, cubrí con la salsa fileto caliente y espolvorea con queso parmesano rallado adicional y hojas de albahaca fresca.

Este plato, con su balance de sabores frescos y rústicos, es ideal para acompañar con una copa de Sangiovese, realzando tanto el vino como la comida. ¡Disfrutá!

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