La industria vitivinícola de Nueva Zelanda ha vivido una revolución en los últimos años. Su superficie de viñedos no para de extenderse, el número de bodegas crece sin precedentes y el volumen de exportación de vino sigue multiplicándose. Actualmente, en materia vitícola, goza de una merecida reputación mundial que no tiene relación ni con su superficie de viñedos ni con la antigüedad de sus bodegas…
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