Lisboa, capital de Portugal, es un destino imperdible. Aunque la mayoría de los visitantes solo se quedan unos pocos días, conocerla requiere como mínimo una semana. Es una ciudad con más de medio millón de habitantes.

Uno de los paseos más interesantes es perderse en el barrio de Alfama, con pequeñas calles adoquinadas, escaleras, colinas, callejones sin salida, plazas secas con estilo morisco y con muchos de los edificios que aún conservan sus cimientos de la época de los Visigodos. En una época fue el recinto de la aristocracia de la ciudad, pero con el tiempo fue quedando en el olvido, hasta que la historia volvió a darle el lugar que merecía…

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