Comparado con el tenis, señalado como una adaptación del frontón; o una mezcla de ambos, el pádel pasó gran parte de su historia marcando diferencias. Hoy, con nombre propio, prestigio y un futuro sin techo, el pádel extiende fronteras y enamora a propios y extraños.

Rebotar la pelota sobre una pared usando paletas de madera es sinónimo de frontón. Pasar la pelota a ambos lados de la cancha separada por una red de malla es hablar de tenis. Mezclar ambas disciplinas y destacar lo más entretenido de cada uno es la virtud más destacable del pádel. Disciplina que generó un auge en el país hace más de 20 años y que tras un impasse y posterior mudanza al viejo continente volvió a resurgir y expandirse a todo el mundo…

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